Hay deportes en los que el rendimiento depende casi exclusivamente de las variables anteriormente dichas. Otros deportes en cambio, dependen del uso optimo de combinaciones entre las distintas capacidades e incluso de la táctica, estrategia y sinergia con otros deportes.
El hecho de destacar en algún deporte en concreto, esta condicionado a la capacidad que tengan los músculos de contraerse con mas o menos intensidad, a mayor o menor velocidad, usando para ello distintos sustratos metabólicos. El musculo se adapta al estímulo necesario con el fin de realizar dicho estimulo con menor gasto metabólico y mejor rendimiento. Otro condicionante evidente es el de las proporciones y medidas del propio cuerpo, que suele estar condicionado genéticamente.
Todo esto nos lleva a la mítica cuestión: un deportista, ¿nace o se hace?
Bien, pues para dar una solución a este dilema, hemos de recurrir a la epentética, (estudia cómo se expresan e inhiben ciertos genes en función de factores externos como el entrenamiento, dieta, clima...).
Puede que los genes determinen nuestro rendimiento deportivo, pero no sabemos aún con exactitud que genes son.