CAFEÍNA EN EL DEPORTE

Existen distintos mecanismos fisiológicos que explican los efectos beneficiosos de la cafeína en el rendimiento deportivo en resistencia. Sin embargo, los efectos beneficiosos no son mayores al aumentar la dosis de cafeína. Dosis bajas y moderadas de cafeína pueden ejercer efectos positivos y, sin embargo, dosis elevadas pueden reducir el rendimiento deportivo y dar lugar a múltiples efectos adversos tales como molestias gastrointestinales, ansiedad, agitación, nerviosismo, dificultad de concentración, alteración del humor, náuseas y problemas de sueño. Otro de los efectos que se le suele atribuir a la cafeína es un ligero aumento de la diuresis.

Por tanto, hay personas, que incluso con bajas dosis experimentarán sus efectos adversos y su rendimiento no se verá beneficiado. Además de la genética hay otros importantes factores ambientales que determinan cómo la cafeína mejora nuestro rendimiento, en especial alimentación y entrenamiento, ya que de poco servirá utilizar cafeína ante una competición, si no cuidas tu alimentación e hidratación y realizas un buen programa de entrenamiento, ya que los factores principales no están optimizados. La mejor forma de saber si la cafeína te ayudará a mejorar tu rendimiento es probándola antes de la competición, aunque siempre será mejor hacerlo bajo la vigilancia de profesionales de la nutrición y del entrenamiento deportivo. Si tu principal problema es el malestar gastrointestinal, se podría probar utilizando chicles de cafeína.

Por el contrario, te produce nerviosismo o afecta a tu descanso, podrías probar a utilizar bajas dosis. Si no eres consciente de que el café te siente mal, puedes introducir cafeína, en bajas dosis, en algún entrenamiento y ver qué sensaciones tienes. Puedes probar con distintas dosis, siempre comenzando con dosis más bajas e ir incrementando de forma gradual en función de los efectos que percibas. Una cuestión a tener en cuenta, es que la cafeína suele comenzar actuar entre 40 y 60 minutos después de su consumo , por lo que se puede probar su ingesta en distintos momentos.

De forma general, una vez que hayamos determinado que la cafeína nos beneficia, y no observamos efectos adversos, podríamos incorporarla como suplemento. Hay que considerar que, para maximizar sus efectos, es preferible reservarla para las competiciones y para aquellos entrenamientos que sean más complicados, ya que habituándonos a consumirla puede que se reduzcan sus posibles beneficios.